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Histerectomía, ¿qué es y cuándo se realiza?
La histerectomía es una cirugía que se realizar para extirpar o extraer el útero. Esta puede realizarse de manera: abdominal, vaginal o laparoscópica.
Este es un procedimiento que puede venir acompañado de diferentes efectos secundarios, como cambios hormonales, sangrados irregulares o infecciones. Por lo que, es ideal que esta se realice únicamente por recomendación su ginecólogo, una vez este haya realizado la valoración médica y abordado los diferentes opciones de tratamientos para su caso.
Existen diferentes tipos de histerectomías:
Total: Se extrae todo el útero, incluido el cuello uterino.
Parcial: Se extirpa solo la parte superior del útero, manteniendo el cuello uterino.
Histerectomía radical: Además del útero, se extirpan los tejidos cercanos, como parte de la vagina y los ganglios linfáticos, generalmente debido a cáncer invasivo.
Histerectomía con salpingo-ooforectomía: Además del útero, se extraen también los ovarios y las trompas de Falopio.
Razones por las que realizamos la histerectomía:
Enfermedades uterinas: Fibromas uterinos, adenomiosis (crecimiento del tejido del endometrio dentro de la pared muscular del útero), sangrado uterino anormal y otras afecciones del útero que no responden a otros tratamientos.
Cáncer: Si se detecta cáncer en el útero, cuello uterino, ovarios, trompas de Falopio u otras estructuras cercanas.
Prolapso uterino: Cuando el útero se desplaza de su posición normal hacia la vagina debido a debilidad en los músculos y ligamentos de la pelvis.
Endometriosis: Cuando el tejido del endometrio crece fuera del útero, causando dolor y otros síntomas asociados.
Infecciones crónicas: Como último recurso para tratar infecciones uterinas recurrentes que no responden a otros tratamientos.
Preventiva ante cáncer: En algunos casos, la histerectomía se realiza como medida preventiva para evitar el desarrollo de cáncer de útero en mujeres con antecedentes familiares de esta enfermedad.
Si va a realizarse una histerectomía, le brindamos las siguientes recomendaciones:
- Mantenga todo el reposo que pueda.
- No levante objetos pesados durante seis semanas completas después de la cirugía.
- Manténgase activa luego de la cirugía, pero evite realizar actividades física intensa, de peso o relaciones sexuales durante las primeras seis semanas.
- Evite piscinas o jacuzzis para prevenir cualquier infección en la zona donde se realizó la cirugía.
- Siga las recomendaciones de su médico.
Jaydess vs Mirena
Jaydess y Mirena son dos tipos de dispositivos intrauterinos (DIU) hormonales utilizados como anticonceptivos de larga duración. Tienen similitudes, pero también algunas diferencias:
Jaydess
- Es un DIU hormonal más pequeño que libera progestina en el útero para prevenir el embarazo.
- Contiene una cantidad más baja de hormonas en comparación con Mirena.
- Jaydess puede durar hasta 3 años y es una opción popular para mujeres que desean un DIU con un menor tamaño físico.
Mirena
- Es un DIU hormonal más grande que también libera progestina en el útero para prevenir el embarazo.
- Mirena puede durar hasta 6 años y contiene una cantidad más alta de hormonas que Jaydess. Sin embargo la absorción sistémica es mínima
- Debido a su tamaño y mayor duración, a menudo se recomienda para mujeres que buscan un método anticonceptivo a largo plazo con una menor tasa de sangrado menstrual.
- También se utiliza como tratamiento de algunas enfermedades como sangrado uterino anormal, dolor pélvico crónico, endometriosis y adenomiosis.
Ambos DIU son altamente efectivos y funcionan liberando progestina, que espesa el moco cervical, dificultando el paso de los espermatozoides, y en algunos casos, impidiendo la ovulación.
La elección entre Jaydess y Mirena suele depender de factores como el tamaño y la duración del DIU que prefieras, la cantidad de hormonas que desees para regular tu menstruación y otras consideraciones de salud específicas.
Es esencial discutir con un médico o ginecólogo para determinar cuál de estos DIU podría ser más adecuado para ti, considerando tu historial médico, tus preferencias personales y tus necesidades anticonceptivas específicas.
La duración real de un embarazo
El embarazo, un viaje transformador en la vida de una mujer, está lleno de expectativas y preguntas. Una de las preguntas más comunes es: ¿Cuánto tiempo dura realmente un embarazo?
Desde tiempos muy antiguos, el ser humano trató de cuantificar la duración del embarazo, siendo la última vez que la mujer presentó menstruación, el evento más fácil de rastrear. Es aquí donde nace una gran confusión, el ultrasonido, como tecnología emergente termina adaptándose a la última menstruación y no realmente al momento de la concepción, por esto, desde que existe un atraso menstrual, ya la mujer cuenta con 4 semanas de embarazo y esto tiende a confundir a la paciente.
La duración media de un embarazo humano se estima en 40 semanas, lo que equivale a 280 días. Sin embargo, esta es solo una estimación general.
La realidad es que los embarazos pueden variar significativamente en cuanto a su duración, ya que, la mayoría de los embarazos duran entre 37 y 41 semanas desde el primer día del último período menstrual, lo que se conoce como "fecha de parto estimada", es el cumplimiento de las 40 semanas. Aproximadamente entre un 10 y un 15% nacerá prematuro antes de las 37; solo un 1% llega a las 41. Resulta imposible saber cuándo será el momento de inicio de labor con seguridad.
¿Por qué sucede esto?
La variabilidad en la duración del embarazo se debe a múltiples factores biológicos y genéticos. Algunas mujeres tienen embarazos que son naturalmente más cortos o más largos que las 40 semanas típicas.
El seguimiento prenatal es esencial. Durante las visitas prenatales, el obstetra evaluará el crecimiento y desarrollo del bebé, la salud de la madre y la progreso del embarazo.
Esto ayudará a detectar el tiempo adecuado para el parto y un curso normal del embarazo.
¿Qué es ginecología oncológica?
La ginecología oncológica es una subespecialidad de la ginecología que se centra en el estudio y tratamiento de los cánceres que afectan los órganos reproductivos femeninos, que incluyen el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, el cuello uterino, la vulva y la vagina.
Se busca que esta tenga un enfoque integral y personalizado para cada paciente. Un gineco oncólogo trabaja en estrecha colaboración con otros profesionales de la salud, para diseñar planes de tratamiento integrales y adecuados para cada caso.
Esto puede incluir cirugía oncológica, quimioterapia, radioterapia u otras terapias dirigidas, según la etapa del cáncer y las características de la paciente.
Prevención y detección temprana
Además del tratamiento del cáncer, la ginecología oncológica también se enfoca en la prevención y detección temprana del cáncer ginecológico.
El médico realiza exámenes y pruebas de detección para mujeres con factores de riesgo o síntomas que podrían indicar la presencia de cáncer ginecológico. Una detección temprana aumenta significativamente las posibilidades de un tratamiento exitoso y una recuperación óptima.
Síndrome premestrual
El síndrome premenstrual (SPM) es un conjunto de síntomas físicos y emocionales que pueden ocurrir en la fase lútea del ciclo menstrual de una mujer, generalmente una o dos semanas antes de que comience el período menstrual. Estos síntomas suelen disminuir o desaparecer una vez que comienza el periodo menstrual.
Los síntomas varían ampliamente entre las mujeres, pero algunos de los síntomas más comunes incluyen:
Cambios emocionales: Irritabilidad, cambios de humor, sensibilidad emocional, ansiedad o depresión.
Síntomas físicos: Hinchazón, sensibilidad en los senos, dolores de cabeza, fatiga, dolores musculares o articulares, y cambios en el apetito o patrones de sueño.
Síntomas cognitivos: Dificultad para concentrarse, problemas de memoria, confusión mental leve.
No todas las mujeres experimentan todos los síntomas, y la severidad de los síntomas puede variar considerablemente de una persona a otra. Para algunas mujeres, el SPM puede ser leve y manejable, mientras que para otras puede ser más severo y afectar significativamente su calidad de vida.
Si los síntomas son graves y afectan negativamente el funcionamiento diario, es recomendable buscar ayuda médica con tu ginecólogo.
Hay diferentes enfoques de tratamiento disponibles, que pueden incluir cambios en el estilo de vida, terapias psicológicas, cambios en la dieta, ejercicio regular o medicamentos recetados, dependiendo de la gravedad de los síntomas.
Cesárea Humanizada y Recuperación Rápida Sin Dolor: Una Experiencia más Cercana y Consciente en el Parto
Parte 1
¿Qué es la cesárea humanizada?
La cesárea humanizada es una modalidad de cesárea que busca humanizar el proceso de parto quirúrgico, brindando una experiencia más cercana y respetuosa tanto para la madre como para el bebé. Se enfoca en mantener un ambiente cálido y acogedor durante la cirugía, permitiendo que la madre tenga participación activa y consciente en el nacimiento de su hijo.
Los principales principios de la cesárea humanizada incluyen la reducción del estrés y la ansiedad de la madre, promover el contacto piel con piel inmediato entre la madre y el bebé, permitir que el padre u otro acompañante estén presentes durante la cirugía, y fomentar la lactancia materna temprana.
Beneficios para la madre y el bebé.
La cesárea humanizada ofrece diversos beneficios. Para la madre, promueve un sentimiento de participación y control en el parto, disminuye la percepción de dolor y ansiedad, facilita el inicio de la lactancia materna y favorece una recuperación más rápida y positiva. Para el bebé, el contacto piel con piel inmediato fomenta el vínculo afectivo con la madre, estabiliza su temperatura y frecuencia cardíaca, y favorece el inicio de la lactancia.
¿Cómo se diferencia de una cesárea tradicional?
La cesárea humanizada se diferencia de una cesárea tradicional en que pone énfasis en la humanización y la participación activa de la madre en el proceso. Se crea un ambiente más relajado y menos estresante, se permiten prácticas como la música en la sala de operaciones y se da prioridad al contacto con el bebé en cuanto nace.
Cesárea Humanizada y Recuperación Rápida Sin Dolor: Una Experiencia más Cercana y Consciente en el Parto
Parte 2
La técnica de recuperación rápida sin dolor es un enfoque innovador que tiene como objetivo reducir al mínimo la incomodidad y el dolor asociados con la cesárea. Combina el uso de:
- Materiales de sutura modernos.
- Manejo gentil de los tejidos.
- Anestesia regional con técnicas multimodales de analgesia como el bloqueo regional guiado con ultrasonido.
- Administración de analgésicos y el uso de medicamentos antiinflamatorios, para controlar el dolor de manera más efectiva.
¿Cómo funciona?
Durante la cesárea, se administra anestesia regional, como una epidural o un bloqueo espinal, para insensibilizar el área abdominal y permitir la realización de la cirugía sin dolor. Además, se utilizan técnicas multimodales de analgesia para mantener el control del dolor después de la cirugía, lo que reduce la necesidad de opioides y sus efectos secundarios.
Ventajas y beneficios para la madre luego de la cesárea.
La recuperación rápida sin dolor proporciona una serie de ventajas para la madre. Al reducir la sensación de dolor, permite una movilización más temprana después de la cirugía, lo que ayuda a prevenir complicaciones como la trombosis venosa profunda y la atelectasia pulmonar. Además, la disminución en el uso de opioides contribuye a evitar efectos secundarios indeseables, como náuseas, vómitos y estreñimiento.
En comparación con los métodos tradicionales de recuperación después de una cesárea, la técnica de recuperación rápida sin dolor ha demostrado ofrecer una recuperación más rápida, una menor estancia hospitalaria y una mayor satisfacción de la paciente. También reduce la necesidad de medicación a largo plazo para el control del dolor.
¿Cuándo es ideal realizar una prueba de ETS?
La frecuencia para realizar pruebas de ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) depende de varios factores, como la actividad sexual, los factores de riesgo individuales y las recomendaciones médicas.
Te contamos algunos de los factores a tener en cuenta:
Antes de comenzar una nueva relación sexual: Es recomendable realizarse pruebas de ETS antes de comenzar actividad sexual con una nueva pareja, especialmente si no se conocen los antecedentes de esta.
Regularmente si tienes múltiples parejas sexuales: Si tienes más de una pareja sexual, existe mayor riesgo de contraer una ETS. En este caso, las pruebas regulares (cada 3-6 meses) pueden son recomendables.
Si experimentas síntomas: Si experimentas síntomas como dolor al orinar, flujo inusual, úlceras genitales, picazón u otro, es crucial realizar pruebas lo antes posible.
Después de haber tenido relaciones sexuales sin protección: Si has tenido relaciones sexuales sin protección o si el método de protección (como lo es el condón) se rompió, es recomendable realizar pruebas, incluso si no presentas síntomas.
Durante exámenes médicos regulares: En algunos casos, los médicos pueden sugerir pruebas de detección de ETS como parte de exámenes médicos de rutina, especialmente si eres sexualmente activa.
En general, hablar con un tu ginecólogo de tu situación, te ayudará a tener una guía sobre qué hacer según tu historial médico y nivel de riesgo. Es importante tener en cuenta que algunas ETS pueden no presentar síntomas inmediatos, por lo que las pruebas regulares son esenciales para la detección temprana y el tratamiento oportuno.
Cabezas y Mora
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